Alejandra Pinto

De qué sirve



De qué sirve tener

el alma floreada de flores

de qué sirve si mi pulcritud

es artificio

si mis dedos enredan muertos

si mi sangre pide vida ajena

pide taliones, talonarios, cheques

o jeques en un desierto sin

perdón ni olvido y casi cara al sol

De qué sirve "olvidarse de uno mismo"

para hilvanar palabras mediocres sin altura

levantando la cabeza como torpe

maquinista

oficinista de contrabando sin respeto

sin amor

sin pueblo

voz solitaria de explanadas

refalines y chapes

sólo mis bodegas

cosas que se guardan

nadie se verá danado

nadie las vera proscrita

ni prosa de CZ escrita.

De qué sirve si el moreno

huyo a Antofagasta

sin bailar cumbia

pobre clichet de moreno

hecho a mano para una snob

que sin sintagmas le puso adverbios

insolentes

casi arrogantes

para terminar en viernes de oopendoors

y apocalípsis venideros, insufribles

un verano eterno ajeno

poderoso y poblado está él

sin "cachita", sin amor.





Dionisos



La fiesta era yo.

Todo llevatelo.

Todo es tuyo,

menos Dionisos

El me lleva sobre su aliento

embriagado

de aquél "buen""y dudoso

vino, de uva madura

morada

tinto por doquier

Las piernas dobladas

muchos ojillos

pequeños me miraban

esperando a la esposa.

Sólo era pasar la virutilla

al anillo.

Sólo era cortejar

al destino.

Mas sin final feliz

quedé como una pena

mas del alma dura

Olmos, plátanos

Ciencias y arte,




Mundo



Querrás acaso acabar

mi mundo

del que vengo

con hálito de vida

quebrantada

aquella que te mancha

la pureza



Querrás acaso devolverme

mis cristales rotos

aquellos del vidrio

nocturno tras la mano

ladrona

cobija

trafica radios

del pueblo...



Querrás acaso asegurar

que no amas

cuando Rosario dice:

"Matamos lo que amamos. Lo demás

no ha existido nunca".

y te engañas

y me envenenas el alma



Querrás acaso que no caiga

tan bajo, tan bajo

que casi deje ahí

mi ser humano

y tránsfuga

me vuelva

un canario amarillo

inocente

pequeño

enjaulado

orgulloso y cruel

Querrás acaso borrar

aquél "cuete" con el que

cubrí mis ojos

tapé mi vida

mintiendo sobre

el pasaje autentico

a lo infinito

Querrás acaso que aquella sed

veinteañera, cortaziana

sed de infinito

desaparezca entre mis manos

como la arena...




Nudo



Huerfana de nudos

esta vez me hallo

nada hay entre mis manos

que pudiera esta vez

conjurarte

Te fuiste liviano

dónde te hallo esta vez

donde ocultar mis dolores

sin tu voz

qué habré hecho

papel acaso?

Hueles y dueles en el papel

Te enlutas?

Qué hice dime

inocente espero

inocente vienes

bajo y sangre

se agolpa abombada

Firme?

Firmar letras

firme de estable.

No amaste es cierto.

Cada vez me burlo menos

es solo una treta para

que vengas. Alto.





Peregrinos infiernos destrozados



Peregrinos

Infiernos

Destrozados

Siguiendo huellas

febriles

malditas de nacer

sin mancha

inmaculada

luego de oreos con

cebollas

blancas.

Quien me reclama

Digna?

De mis entranas

el resonar tensante

de un orgullo

viril no decaido.

Pero quedó mi vida

hipotecada, y sin

Culpables

Si no pude

levantarme sola

no es culpa de nadie

el que haya caido.





Soy de las que no se paran a mirar...



Soy de las que no se paran a mirar.

De las que saben lo que cargan.

Cadenas de inocencia

rota




Mi paso genera luminarias



invisibles

recónditos pasajes

a la materialidad mas

desgarrada.

Mis manos anhelan la lana

el hilo que se deshilacha

como si procediera de mi

propio ser.



Mi lenguaje me sostiene

me pierde

me malogra y tiembla

como cristales rotos

en mi pecho de

estertores.

Soy una coneja de dientes

acomplejados

Sellada mi sonrisa

frente al mal

frente a lo que provenga

de mi origen

y me revuelque en él.



Aquél origen que provoca

que malogra apellidos

y confronta

que si eres Zegers

tienes que luchar el doble

porque la caida

es tal vez infinita.





Suciedad



Con una sensación de

incómoda suciedad

inlocalizable

geográficamente,

el topos

Tal vez

Axis mundi.

No lo sé.

Mi epidermis

toda.

Mi ropa

El alma.

Mi crema?



Sensación pequeña

ratonil

y subterfugio

No a la altura

de mi angustia.

Pequeña

incómoda

sensación de suciedad.

Alguien vino anoche.

No resonó su voz

en mi alma

Antes bien su

mudez.

Apostata.

Otros perros

jóvenes

astutos y ladinos

cantaban

alterándome,

una vez mas,

el sueno.

Él tensaba

Me dejó este

pegarseme

"al cuerpo el camisón".