CIC Colectivo La silla

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Chile

Programa de Literatura en TV

miércoles, 29 de octubre de 2008

Diego Maquieira

LOS SEA HARRIER
(1994)

Diego Maquieira

A Mario Lobo,
El cubano del trilenio
Más que el más de mis contemporáneos


II

LA BELLEZA QUE DESCONOCÍAN LAS LENGUAS



HABÍAMOS DADO MÁS DE MIL ÓRBITAS



Habíamos dado más de mil órbitas
sobre el mar sin haber jamás arribado
a ningún cabrón puerto
Coritani nos traía por mar perdidos
algún tiempo
para después dormirse
y dejarnos otra vez perdidos
No quedaba un solo Harrier a bordo
y las cargas de armamentos y alcohol
arrojadas al mar por unas rocas
que eran como olas varadas
Ma Coritani hacía detener el viento
para salir a guerrear a cubierta
pero amodorrado por el rocío y el sueño
veía nubes que se hundían en el mar
Entonces alucinó hundir el portaaviones
hasta la mitad, hasta dejar flotando
sólo las gigantescas velas en cubierta
para que parecieran unas dunas de mármol
levantando una capilla
Mientras el arsenal de agua debajo del casco
y el mar rodeando por todos lados a la vez
hacía estremecer de gozo
a los rapsodas druidas
porque Patresca Ossavinci de una belleza
que mandaba a irse de lado al cielo
iba levantando el mármol y lo socavaba
con su cuerpo hurgándole un hombre
la ternura despiadada de un hombre
y con sus ojos hurgándole un faro.



ARS VITAE



Teníamos fuerte afición al vino
le rendíamos culto a los racimos de uva
y éramos arrogantes, crédulos
pendencieros
Preferíamos la muerte
a perder la libertad
y llevábamos la alegría del amor
hasta las puertas del infierno
hasta desafiar a la misma muerte
desnudándonos en pleno combate
o agrandándonos las heridas recibidas
Y si veíamos en peligro la vida
de nuestras mujeres y la nuestra
nos dábamos muerte por gusto continuo
Y éramos tan arrebatados en la guerra
que jamás actuábamos de acuerdo a un plan
No conocíamos ni la humildad
ni la caridad, ni la abnegación
ni la dulzura
Éramos serios y semifabulosos
y adorábamos a nuestras esposas
que adoraban el falo y el oro.




LEVANTAMOS UN FARO


Levantamos un faro en medio del mar
un faro de paredes de papiro
que usábamos para guardar los vinos
y para echarnos a beber con mujeres
pero no hacíamos nada para la posteridad
Una noche que intentamos dar Macbeth
nos demorábamos meses en darla
y se nos olvidaba en qué íbamos
Habíamos levantado un faro en el mar
para no hacer nada en la vida
y gozar desnudos y con mujeres
Ma a veces maravillados por un Mirage
por una clona que nos hacía los ojos
asaltábamos a la sexta flota española
y promovíamos graves desórdenes bajo cubierta
Pero no hacíamos nada grande la verdad
Abusábamos del amor
del ocio y del porvenir
y bebíamos hasta moverle el piso al mar.




BANQUETE FRATERNO


Domingo noche a la comida privada
que diseñamos con el canciller de Ratzi
bajo un toldo en el desierto de Al Bumba
y los dos solos como mesas de arrimo
y con nuestros gorros de Armani
fue de una ociosidad acongojante:
Mire me dijo, "y si quiere salir vivo
de aquí mejor escúcheme. Nuestra religión
no es un baile. No es una balsa de perdidos
en el mar, ni un manicomio de adivinos.
Su estructura profunda e inamovible
no es libertaria, sino sacramental
y por lo tanto, jerárquica, ¿me sigue?"
Así en ese tono me hablaba, Luchino
y me salía con implantes así como éste;
"Nuestros dogmas no son murallas
que nos impiden ver
sino ventanas abiertas al infinito".
Así igual seguía hablándome, Luchino
mientras yo chupaba mi Bellaterra
con uvas rosadas y quesos hediondos
"Nuestra liturgia no es una farándula
no es una pesadumbre que solicite
a Teresas tetonas ni a desvergonzados
Nuestra liturgia no vive de escalofríos
y sorpresas, de ocurrencias cautivadoras
sino de repeticiones solemnes".
Así seguía mientras yo seguía bebiendo
hasta que lo calmé en un momento dado
y le dije: las brevas van una maravilla






Extracto de entrevista:

Maquieira es un hombre lleno de obsesiones y caprichos. También de imágenes que abraza a perpetuidad. Se declara un admirador del nuevo gran imperio, que es Estados Unidos, y de la monarquía británica. "Me gustan las monarquías mezcladas con las repúblicas. Por eso me gusta Inglaterra que nombra caballero a Mick Jagger, de Los Rolling Stones. Un hombre que tiene una vida impresionante de escándalos públicos, que ha estado preso, que ha probado todas las drogas, que ha dejado embarazada a mujeres en muchos países de todo el mundo. Es como si acá en Chile le dieran la orden al mérito a Arturo Godoy", apunta.
..... Quizás esa admiración la hereda de su educación anglosajona. Porque no se educó en Chile. A pesar de que aquí ha tenido maestros iniciadores como Nicanor Parra o Enrique Lihn, el niño Maquieira fue instruido en los colegios de Nueva York, donde vivió buena parte de su infancia por ser hijo del diplomático Fernando Maquieira y de la conocida Julita Astaburuaga.
..... Allí se inicia en alguna medida la historia de este hombre que nació frente al río Mapocho, como le gusta decir, aunque ello remita a una habitación de la clínica Santa María. El mismo que se ha convertido en una de las voces más sólidas de la generación del ochenta ­la de Raúl Zurita, la que hizo poesía durante la dictadura­, merced a cuatro libros: Upsilon (1975), Bombardo (1977), La Tirana (1983) y Los Sea Harrier (1993).


viernes, 17 de octubre de 2008

TOMAS HARRIS

Selección



Mar del dolorido sentir


Me cosieron la boca y los ojos

me inocularon coca cola por las venas

todo transcurre en una película mexicana

what is your name me preguntó alguien

desde alguna parte

ahora ya no puedo seguir hablando por todos

ustedes se esfumaron tras ese halo de luz

los demás desaparecieron en ceniza

se obliteraron en humo o lluvia de la ciudad

a mí me arrastraron por un pasillo angosto y húmedo

como vientre

rojo

(la intensidad del color filtraba la venda)

olía a pierna humana

como en el corredor de Lautréamont

¿sugar mister? me preguntan ocultos

por la radio tocaban un corrido

perros ladraban

la música se me emplasta en los oídos

por ahí puedo sentir bien

por acá no

el corrido comienza a arderme en los oídos

los hombres sacan pistolas

a mí me trataron como a todo prisionero de guerra

olvidando los tratados y la piedad

el pasillo se adensaba hasta el mismo color del

miedo

ahora el espacio y las sensaciones eran intensidad

pura

energía pura

mi cuerpo se confundía con el pasillo y mi

pensamiento con mi

cuerpo

un perro negro metía y sacaba la lengua

muy rosada

la sangre me chispeaba en las venas

(me habían inoculado coca cola)

el pasillo se hacía verde azul dorado tras la venda

todo iba siendo brillo y color y ardor

I HAVE THE POWER

pensé entonces

y desembocamos, como si fuera un coito,

desembocamos:

aparecí en la calle Pedro León Gallo; había baldíos,

por todas partes, fierros viejos, rieles, huellas,

niños en desnutrición:

a la izquierda de mi cuerpo, de mi dolorido sentir,

había un túnel, rojo,

gruta vulva socavón o cueva,

las nubes descendían al nivel de mi cara,

un perro negro metía y sacaba la lengua,

amanecía en Concepción.





Argel


Saavedra: que, a pesar mío, sin saber lo que era,

me vi el marchito rostro de agua lleno.

Ofrecióse a mis ojos la ribera.

Cervantes

El polvo de vientos barrió las calles,

ahí donde estaba tu cuerpo en la ciudad,

aunque tallada a lluvia en las fachadas

de los hoteles,

se llevó tus especias, tu pelo, tu bálsamo,

tus pechos que ya iban en pleno tránsito

del barro, del más no poder, la podredumbre,

la muerte, al fin;

fue injusto ya que tú no sabías nada del Universo,

la mierda, el rock, los sueños: te barrieron

no más al margen como papeles o preservativos o

colillas de cigarros, baba, cenizas, semen, todo

eso que el viento quiere, se nutre, se hincha;

ya las calles de la ciudad quedaron tan vacías,

tan sin ti, tan sin maravilla,

que me dije nos dijimos todos, ¿para esta ausencia

tantas millas ganas ardor dolor sueño?

Se había declarado el Estado de Sitio,

las calles vacías, los lumínicos brillaban para

la muerte; los cuerpos eran la danza de la

muerte por los bulevares atestados de objetos.

Ahora el mundo se poblaba

de animales

sustitutos de tu cuerpo.

Todo esto era en Argel, la ciudad más triste

del Universo; no puede haber ciudad feliz

repleta de prisioneros y putas: por todas partes

penaban las ánimas, y nosotros, cautivos del

deseo de seguir vivos por nuestros cuerpos,

nos perseguimos por los bulevares atestados de

objetos, máscaras, sombras chinas, fantasmagorías,

la guerra era a muerte, cuerpo a cuerpo,

inacabable como si todo transcurriera en un

juego de video:

el deseo nos estallaba contra los ojos,

como sol.

(De: “Diario de Navegación”)






Bio-Bibliografia

Tomás Harris

(La Serena, 1956)

Profesor de Estado en Español y Magíster en Literaturas Hispánicas, por la Universidad de Concepción. Ha ejercido la docencia en la Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, Escuela de Periodismo de la Universidad de Santiago y en la Universidad Nacional Andrés Bello. Actualmente es Investigador en el Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional de Chile. Publicaciones: “Zonas de peligro” (1985). “Diario de navegación” (1986). “El último viaje”. Concepción: Ed. Sur, 1987. “Alguien que sueña, madame” (1988). “Cipango”. Stgo.: Ed. Documentas/ Cordillera, 1992. “Noche de brujas”. Stgo.: Edit. Mosquito, 1993. “Los siete náufragos” (1995). “Crónicas maravillosas”. Colombia: Ed. Casa de las Américas, 1996. “25 años de poesía chilena (1970-1995)” (co-autor con Teresa y Lila Calderón, 1996). Cuentos: “Historia personal del miedo (cuentos, 1994).

En antologías: “En el ojo del huracán”. Manuel Jofré. Stgo.: Ed.. Documentas, 1991.

Traducido, parcialmente, al inglés, sueco y francés.

Premios: “Municipal de Santiago” (1993). “Consejo Nacional del Libro y la Lectura” (1993).” Pablo Neruda” (1995). “Casa de las Américas” (1996).



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